Llegó al lugar al que la citamos para realizar la sesión de fotos que acompañan esta entrevista, luciendo unos jeans, una blusa, sus gafas y cero maquillaje. Se ve regia, y luce más joven de la edad que tiene, pero con el mismo carisma con el que aparece todos los domingos en el nuevo programa de Ecuavisa, Ecuador tiene talento.  

Empezamos a conversar y nos cuenta que actualmente su vida se desarrolla entre Guayaquil, Quito y Esmeraldas. “Me toca multiplicarme. Mi casa siempre ha sido en Esmeraldas, y ahí es donde tengo a mi familia, a mis hijos, pero he estado trabajando mucho tiempo en Quito y ahora por el programa en Ecuavisa, hemos estado haciendo un poco de base en Guayaquil, pero afortunadamente nos organizamos bien con las agendas, dándole su momento a cada cosa y por sobre todo, dedicando tiempo a nuestra familia; eso me recarga para empezar una nueva semana, dando lo mejor de mí en mi trabajo”, nos dice la cantante Karla Kanora. Asegura que en su ausencia, sus seres queridos están muy pendientes de sus hijos: Carlos (de 15 años), Martin (9) y Gia (5). “Tengo un padre maravilloso, él vive conmigo; mi mamá no vive en el país, pero cuando está aquí se dedica ciento por ciento a ayudarme, mi suegra es mi brazo derecho también, tengo una asistente a quien le tengo mucha confianza, mis hermanas me ayudan incondicionalmente…”.  

Nació en Esmeraldas y cuando tenía apenas 13 años, sus padres decidieron enviarla a estudiar a Guayaquil, con las expectativas de que empiece a desarrollar su carrera musical. “Quizás yo era aún muy pequeña para estar lejos de casa e inicialmente las cosas no resultaron como ellos esperaban, pero acá conocí a mucha gente que me ayudó a orientarme en el ámbito musical. Estuve por un tiempo –aunque corto- en el conservatorio Antonio Neumane. Recuerdo que recorrí algunas carreras, primero iba a estudiar Medicina, luego Obstetricia –en la que estuve dos días–, de ahí me fui a Tecnología Médica en Laboratorio y después dije: ‘No, yo no soy para esto, lo mío es cantar’”, relata. “En mi familia, no he tenido un referente artístico, pero mi bisabuela materna, Mercedes Gracia, amaba la música, y creo que de ella heredé ese amor”. 

¿Quizás por eso evitas que tus hijos tengan que estar viajando contigo, fuera de su casa, de su espacio? “Quiero que mis hijos tengan una infancia normal, estable, que sepan que los papis salen a trabajar y vuelven. No creo que sería justo para ellos que yo los estuviera movilizando por mi trabajo”. 

Al dar un vistazo a la historia de la música de todos los tiempos, parece fácil concluir que los artistas de raza negra gozan de una voz absolutamente privilegiada, con una fuerza y un estilo impactantes y hasta únicos. Y con esa voz excepcional, a lo largo de su vida, Karla Quiñónez Vilela –su nombre de pila– ha ido trazando su camino y, como parte de ello, ha integrado varios grupos musicales. “Con Habanna Express, que es una agrupación de música ritual cubana, tuve una linda experiencia… Pienso que es un género muy bonito que debería identificar a toda la etnia negra”. 

Canta desde los 10 años, pero profesionalmente  desde hace 6, a raíz de un concurso en Ecuavisa en el que resultó triunfadora. “Yo tenía 29 años cuando terminó el concurso y esperé un año para lanzarme como artista, porque estaba embarazada”, comenta Karla, quien nació un 25 de diciembre, hace 36 años. ¿Y cómo ha sido hasta ahora este camino? “No ha sido del todo fácil, pero es satisfactorio el saber que uno va avanzando”.  

En el 2011 sacó al mercado su primer disco, Karla Kanora por amor, que incluye canciones como ‘Solo tú’ –que tuvo gran aceptación en el público y la hizo conocer en el medio musical– y 9 temas más. “Recién este año vamos a realizar el lanzamiento de todos los temas y haremos el tour de este disco”, dice emocionada. Detrás de su trabajo artístico se encuentra un gran equipo de músicos, arreglistas, programadores, pero la persona que más ha impulsado su carrera, como parte de esta empresa musical es Jorge Martínez, su esposo y manager, quien además ha compuesto algunas de sus canciones. ¿Cómo separas la relación laboral de la de pareja? “En eso también nos ayuda mucho estar en el ambiente del hogar, pues hace que nos desconectemos de lo profesional… En general, no es muy fácil, porque como todas las personas tenemos puntos de vista distintos, discrepamos por cosas de trabajo, pasamos bastante tiempo juntos, lo cual es bonito y podría sonar como ideal, pero a veces sí debemos recordarnos mutuamente que requerimos nuestros espacios y necesitamos cierta independencia… Nos entendemos muy bien, sentimos que esto es una empresa de los dos. El me ve como Karla Quiñónez, su esposa, y como Karla Kanora, su producto; esa diferencia logra que se respeten las facetas. Por supuesto, como mi manager, cuida mucho cada detalle, porque es mi esposo, siempre se preocupa de que todo esté muy bien”. 

Revela que Karla Kanora es muy diferente a la Karla que no es artista. “Cuando estoy en el escenario, saco toda esa fuerza que tengo y soy un poco más imponente, apoderada de mí, del momento. No es vanidad, es el hecho de sentir  que puedes comunicar de otro modo y conectarte en ese mismo instante con cientos de personas...”. ¿Y cómo es Karla Quiñónez? “Es muy hogareña, le gusta hacer postres, va a la tienda, ve películas con sus hijos…”, y aclara: “Pero eso sí, la esencia de ambas es la misma”. 

Aunque su look y su estilo son muy característicos de sí misma, confiesa ser muy flexible a los requerimientos, según las circunstancias. “Pero yo tengo una identidad muy clara y una esencia que no puede ser cambiada aun cuando vaya a recibir los premios Grammy”, confiesa entre risas. ¿Un Grammy es otro sueño? “Podría serlo para todos los artistas, pero no precisamente para mí. Sería maravilloso, por supuesto,  pero hay mucha gente que no lo ha ganado, y ha logrado llenarse como cantante”. 

Karla es la figura femenina del grupo de jueces del programa Ecuador  tiene talento (franquicia del famoso reality Got talent), el cual comparte al lado de Diego Spotorno y Jaime Enrique Aymara. “Tenemos una muy buena química. Diego parece algo rudo, pero es una persona muy tierna, con una gran sensibilidad por el arte. Jaime Enrique es muy dado a su público, y amable…  Aunque las jornadas de trabajo son largas, intensas, la pasamos muy bien”, recalca. 

¿Cómo ves el tema de la fama? “Yo vengo de una familia muy luchadora, sencilla, y esa realidad siempre me tiene con los pies en la tierra”. Pero, ¿es buena en algún sentido? “Es importante que a un artista lo conozcan, que aprecien su trabajo”. 

¿Hacia dónde va Karla Kanora? “Quisiera recorrer diferentes etapas de mi carrera musical, quisiera ir madurando a donde vayan mis sensaciones…De hecho, mi segunda producción será una propuesta distinta… Yo creo que tengo una fuerza como mujer y como ser humano, que quiero dar a conocer”. 

"Quiero que mis hijos tengan una infancia normal, estable, que sepan que los papis salen a trabajar y vuelven".  

• Un defecto: “Yo cambio muy rápido en mi carácter. No soy variable, pero me molesto pronto, cuando algo no me gusta es imposible ocultarlo”. 

• Una virtud: “Me gusta la verdad, y procuro que mi vida sea siempre basada en la verdad”. 

• Un sueño: “Definitivamente, la felicidad de mi familia. En lo profesional, me gustaría que mi música siga sonando aun cuando ya no esté en este mundo”. 

• Una debilidad: “¡Los dulces! Yo trato de alimentarme de forma sana, pero durante el día sí debo comer algo, aunque sea pequeñito, de dulce. Una torta de chocolate, me saca una sonrisa”.

• ¿Algún maestro a lo largo de tu carrera? “Abraham Bishara fue mi primer mentor, un israelita con quien inicié este aprendizaje, y después de él, la vida me puso en el camino tantos maestros, que no podría nombrarlos”. 

• ¿Algo en qué incursionar? “Me gusta  la actuación, y creo que le voy a dar cabida en su momento”.

• ¿Algún cantante a quien admires? “Hay muchos, además, diversas épocas y géneros. Me gusta el canto afro-americano, me gusta la expresión musical de mi tierra, Esmeraldas, también la música clásica, las baladas, la música de Edith Piaf, de Julio Jaramillo; amo el pasillo, la salsa…”. 

Vestuario: Boutique Maela Grey. Policentro, planta baja. Maquillaje: Andrea Navarrete. Telf.: 6016502. Peinado: Waleska Willson. Telf.: 6016432. Agradecimiento: Mansión del Río Hotel Boutique. Barrio Las Peñas, calle Numa Pompilio Llona #120. Guayaquil.